"Y el oro de aquella tierra es bueno; hay allí también bedelio y ónice" (Génesis 2: 12).
Hay allí también bedelio
Según Plinio, el bedelio era la resina transparente y aromática de un árbol oriundo de Arabia, la India, Persia y Babilonia. No sabemos si éste era el mismo bedelio de los días antediluvianos.
Ónice
Debe ser una de las piedras preciosas o semipreciosas, probablemente de color rojo.
Las versiones antiguas difieren en su traducción entre ónix, sardónice, sardio y berilo. De ahí que no sea seguro que la traducción "ónice" sea correcta.