"Y para señorear en el día y en la noche, y para separar la luz de las tinieblas. Y vio Dios que era bueno. Y fue la tarde y la mañana el día cuarto" (Génesis 1 :18, 19).
Era bueno
A diferencia de nuestra tierra actual, que ha cambiado mucho como resultado de la entrada del pecado, los cuerpos celestes no han sufrido los resultados de la transgresión del hombre y reflejan el poder de su Creador.
A diferencia de nuestra tierra actual, que ha cambiado mucho como resultado de la entrada del pecado, los cuerpos celestes no han sufrido los resultados de la transgresión del hombre y reflejan el poder de su Creador.
Es un hecho universalmente reconocido que las leyes del universo son fielmente obedecidas por todos los astros. Los astrónomos y los marinos están seguros de que no ocurren desviaciones de las reglas establecidas en el mundo astronómico. Saben que los cuerpos celestes no los van a chasquear, que son dignos de confianza debido a su continua obediencia a las leyes establecidas para ellos.
Y fue la tarde y la mañana el día cuarto